Experiencia de ejercicios 2020

Del 11 al 18 de febrero del presente año tuvieron lugar los Ejercicios Espirituales en Chile, en la comunidad “Sta. Teresa de Jesús” en La Florida. El lugar espacioso y con áreas verdes se prestaba para “disponer el corazón”, y tener ese espacio de encuentro con la Iglesia, a través de los bloques de oración y la reflexión personal.
Estos Ejercicios Espirituales fueron acompañados por nuestra hermana Adriana Montenegro, quien de manera magistral cada día iba dando los puntos de reflexión que acompañaban el retiro; experiencias vividas a la luz de la misión, de la vida comunitaria, de nuestra vida personal fundamentadas perfectamente con la Palabra de Dios y textos de nuestro Padre Fundador.
Fue importante, hacernos más conscientes cuando el cansancio y la distracción se hacían sentir, y preguntarnos: ¿“A dónde vinimos y a qué” ?, y también traer a nuestros pensamientos la figura de Francisco Palau, en aquellos momentos en que se retiraba para “estar con su Iglesia”,…contemplarla, dejarse querer y enseñar por ella, …… aclarar ideas, revisar la vida, recuperar la pasión.
Refrescamos el gozo, la responsabilidad y el desafío de ser “llamadas”, y volver a escuchar la voz del Esposo, ¿Quieres seguirme?…Quieres hacerlo en las alegrías y las penas, en los días soleados y en los días oscuros, en los tiempos de paz y en los tiempos de lucha interior, en los días de certezas y en los días de duda?…… Y nos sentíamos invitadas por la Iglesia que nos dice: “Ven y sígueme, y renovadas nuestras relaciones de amor, mi Padre te dirá lo que te conviene hacer” (MR 15,5).
Y así, pasados estos días en clima de oración y de familia, nos disponíamos a “volver a nuestra Galilea”, sí así se nos recordaba. Como el Maestro, en Galilea comenzó su misión, y luego en Galilea comienza todo de nuevo, allí Él también nos invita a volver para comenzar una nueva etapa, una “eclesialidad resucitada”. Quizás sea todo igual, pero con un matiz diferente. Porque la vida nueva que irrumpe en nuestras vidas y en la vida de la Iglesia de hermanos y hermanas “hace nuevas todas las cosas”, también nuestro seguimiento y consagración.
Sólo queda agradecer al Señor y a la generosidad de nuestras hermanas de comunidad por estos hermosos días de Ejercicios Espirituales.

Hna. Ester Vargas