LA IGLESIA CLAMA…ALGO NUEVO ESTÁ NACIENDO

«LA LLEVARÉ AL DESIERTO Y LE HABLARÉ AL CORAZÓN» (OS..2, 16)

A través de estas breves líneas, quiero compartir la experiencia de este grupo de 15 hermanas que, congregadas en la comunidad «Santa Teresa de Jesús» Santiago (La Florida) vivió en los Ejercicios Espirituales de febrero de 2020.

Llegamos expectantes y lanzadas a transitar estos 8 días (11 al 18.02.2020) de la mano de nuestra querida hermana Adriana Montenegro.

Hermanas: todos los superlativos que pudiera usar, no alcanzarían a expresar el inmenso agradecimiento a Dios, a la hermana María Isabel Obregón y su Consejo de brindarnos esta oportunidad que cada una necesita luego de un año especial de luces y sombras.

Y así fueron transcurriendo los días, en los que, bajo la guía de la hermana Adriana y rodeadas de un ambiente de gran silencio (que ella nos pidió guardásemos hasta el final), dimos paso al Espíritu Santo para que fuera obrando en nuestro corazones abiertos a su luz y acción.

Impecable, la dirección y profundidad de los temas que fue desarrollando la hermana Adriana. Y de verdad nos hizo trabajar, ya que tenía dividida la jornada en cuatro bloques, que ella exponía: dos a la mañana y dos a la tarde en unos 20 minutos.

Un material tan ordenado y pulcro, imbuido de citas bíblicas y palautianas, acompañado de reflexiones y preguntas que debíamos considerar y por escrito. Además tuvimos la oportunidad de dialogar con ella todos los días.

¡Qué gozada con cada tema y encuentro personal!

 

Nuestra fraterna gratitud a:

 

– Dios Trinidad que nos regaló esta mediación humana permitiéndonos ahondar en su amor misericordioso y en la compañía espiritual de nuestro Fundador Beato Francisco Palau.

 

– la hermana Adriana por su generosa y gratuita entrega para brindar al grupo con su preparación, lo mejor que atesora en su corazón y que hizo vibrar en el de cada una.

 

– a la hermana Blanca Valdivia y comunidad, quienes nos presentaron la casa impecable y una comida súper rica y variada, en fin, una acogida cariñosa y llena de detalles.

 

Salimos de la Galilea de nuestras comunidades con una mochila muy cargada… y regresamos a la misma Galilea llenas de esperanza, alegría y gratitud.

 

¡Gracias, gracias gracias!

 

Una ejercitante