El día 20 de julio del 2019  día de fiesta del Carmelo por San Elías profeta y el día de mi primera profesión religiosa, un día lleno de emociones intensas alegrías, recuerdos y reencuentros. El reencuentro con mi familia con mis padres, mis hermanas, algunos de mis primos y tíos la alegría de volver a vernos después de varios años, fue un momento muy lindo.

La Eucaristía muy acogedora y en ambiente de oración y muy familiar, más los signos y la logística que acompañó que acompañaron la misa, agradecida por todo su esfuerzo que hubo detrás, el coro que acompaño los diferentes momentos con su música, hicieron de la eucaristía una fiesta.

Estar acompañada de las hermanas  de la comunidad y sentirme acompañada también por aquellos que no podían estar, pero que sé me acompañaron desde la distancia con la oración o pensamiento. Decir que “SI” a la Iglesia y consagrarme a ella y a las personas que he conocido y por las que aún no conozco, un momento muy cautivador para todos. La emoción de todos los presentes después de la eucaristía, recibiendo felicitaciones y bendiciones, dando gracias por mi entrega a Dios, por la comunidad, pude sentir la esperanza y felicidad de todos los presentes un momento para recordar.

Después de la Eucaristía fue compartir un rico almuerzo con todos los invitados, compartimos las experiencias vividas a lo largo de este tiempo y la felicidad del reencuentro. Las llamadas y mensajes recibidos de las diferentes comunidades y hermanas de la congregación, agradecida por cada una de las personas que me acompañaron y pidieron por mí, gracias por sus oraciones y por acompañarme en este momento vivido.

Mirian Ruiz.