Miles de migrantes han muerto este año intentando llegar a las costas de Europa.

Era un nuevo grupo de casi 30 sirios el que intentaba llegar a Grecia. Al menos 12 de ellos se ahogaron frente a las costas de Turquía cuando se hundió su pequeña embarcación.

La tragedia cobró mayor dimensión cuando empezaron a circular fotografías de una de las víctimas: un niño pequeño que yace boca abajo sobre la arena de la playa.

Se llamaba Aylan. Tenía tres años de edad. Se ahogó junto hermano Galip, de cinco años, y su madre, Rihan. Su padre, Abdullah Kurdi, sobrevivió. Pero todos son víctimas de una crisis que ya ha cobrado innumerables vidas humanas.

El diario británico The Independent afirmó que había decidido usar las imágenes en su página web porque “en medio de las palabras frecuentemente superficiales sobre la ‘actual crisis migratoria’ resulta muy fácil olvidar la situación desesperada que enfrentan muchos refugiados”.

Pese a las reacciones que la fotografía ha causado en internet, ha habido pocas declaraciones de los políticos en toda Europa.

Yvette Cooper, una de las aspirantes a liderar el Partido Laborista de Reino Unido, dijo que la imagen muestra que “no podemos seguir dando la espalda” a este tema.

“Cuando las madres están desesperadamente intentando evitar que sus bebés se ahoguen cuando sus botes se han volcado (…) Reino Unido necesita actuar”.

La agencia de noticias turca Dogan informó que el niño y el resto de los náufragos eran sirios procedentes de la asediada ciudad de Kobane que huyeron a Turquía el año pasado intentando escapar de las milicias de Estado Islámico.

Familiares de las víctimas confirmaron que se trata de ciudadanos sirios.

Unos 350.000 emigrantes han recorrido el peligroso trayecto para alcanzar las costas de Europa desde enero de este año, de acuerdo con datos divulgados el martes por la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

En ese lapso, más de 2.600 emigrantes se han ahogado intentando cruzar el Mediterráneo, según la OIM.

A inicios de esta semana, el gobierno de Turquía aseguró que su Guardia Costera rescató a más de 42.000 emigrantes en el Mar Egeo durante los primeros cinco meses de 2015 y a más de 2.160 durante la última semana.

Obispos y responsables de migración de las Conferencias Episcopales de Europa abordarán la situación de los inmigrantes y refugiados desde el próximo lunes hasta el 2 de julio en Vilnius (Lituania) y pedirán tanto a la Unión Europea como a los Estados miembro, incluida España, que “no den la espalda” a estas personas.

Además, llama a la Unión Europea y a cada país del continente a que asuman en qué punto se encuentran sus propias capacidades de acogida y busquen integrar “generosamente” a quienes llegan, que han huido de sus países por la guerra, las persecuciones o el hambre. “Los Gobiernos nacionales y la Unión Europea deben afrontar la situación sin hipocresía y con una conciencia solidaria”, subraya.

En este sentido, el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, José Luis Pinilla, lanza una pregunta a la UE: “¿Han caído en la cuenta de que el número de reasentados y acogidos no es nada en comparación con las muertes de estos dos años en el Mediterráneo?”.

(Fuente: BBC/Periodistadigital)