La santidad no conoce confines. En 1853, mientras en Barcelona, al otro lado del océano Atlántico, el P. Palau está al frente de la Escuela de la Virtud, en Catamarca en la Iglesia Matriz, luego del tradicional Tedeum, Fray Mamerto Esquiú pronuncia su célebre sermón “LAETAMUS DE GLORIA VESTRA” (nos alegramos de vuestra gloria). Ambos desde el púlpito proponiendo valores sociales y cristianos; a Francisco Palau le acarreará persecución y, por el contrario, a Mamerto le hará entrar a forman parte del patrimonio de todos los argentinos.

Catamarca vive un año especial dedicado a nuestro futuro Beato Fray Mamerto. Hombre originario de estas tierras, nacido en la localidad de Piedra Blanca, el 11 de mayo de 1826.
Cuando apenas era un niño enfermó de gravedad y su madre hizo una promesa, vestiría al pequeño con el hábito de San Francisco todos los días, y así sanó. Desde entonces, usaría esa ropa hasta su muerte.
Entró en 1841 ingresó al noviciado entre los Frailes Menores de la Provincia de la Asunción en Argentina. El 15 de mayo de 1849 celebró su primera Misa, a los 23 años. Como sacerdote se distinguió particularmente en la predicación, ministerio por el cual fue apreciado no sólo en los ambientes eclesiales sino también en los políticos..
El 9 de julio de 1853, ofreció su célebre sermón de la Constitución, donde pidió unión y concordia para los argentinos. Esta prédica trascendió a nivel nacional, ya que Fray Mamerto puso de manifiesto varias verdades de importancia en la época y una doctrina jurídica y sociológica sólida.
El 12 de diciembre de 1880 fue proclamado obispo de Córdoba. No identificándose con la ostentosidad de la vida episcopal, se consagró a llevar la caridad y la oración a los más necesitados.
Falleció el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho (Catamarca)

En el Colegio El Carmen y San José, para iniciar el año, elegimos como lema “Siguiendo la huellas de Fray Mamerto” como impulso para nuestro primer Encuentro con los docentes del colegio de los diferentes niveles llevado a cabo el viernes 26 de febrero, y también en comunión con el “Año Diocesano dedicado a Fray Mamerto Esquiú”. Conocimos y profundizamos parte de la vida del Fraile Catamarqueño; transitamos los lugares icónicos recorridos por el venerable; vivenciamos, experimentamos su espiritualidad y compromiso con la vida, el pueblo y sobre todo con los más necesitados.
Los docentes visitaron la localidad de Piedra Blanca, Departamento Fray Mamerto Esquiú, lo hicieron divididos en dos (2) grupos, turno mañana y turno tarde. Se inició la jornada con una caravana desde el Parque de los Niños hasta la Plaza principal de Piedra Blanca, allí fueron divididos en grupos burbujas de hasta 15 personas, para realizar la visita en forma de posta rotando por los lugares significativos del lugar que lo vio nacer. Primero se visitó a la Casa Natal, donde conocieron parte de la vida del Fraile; luego, el Monumento a Fray Mamerto donde hubo un momento de actividad física y lúdico, y por último, el Templo Parroquial de San José donde vivimos un momento catequístico, en torno al lema de la Beatificación del Fraile “Pastor y Peregrino testimonio de unidad”.

También, se pudo celebrar como familia del Carmen y San José la Eucaristía, donde pusimos las intenciones que cada uno llevaba, en especial rogaron por las familias afectadas por el covid-19 de nuestra Comunidad y, pidieron por un buen inicio del Ciclo Lectivo 2021.

Pudimos conocer más a nuestro Fray Mamerto quien vivió su vida en favor de la Iglesia dando testimonio de entrega generosa, fidelidad y amor. Y además de eso, esta fue una experiencia que nos sirvió para seguir profundizando nuestros lazos como familia e iniciar este año sintiéndonos acompañados, sostenidos e invitados a caminar juntos en bien de los jóvenes y niños de nuestro querido colegio.