Las Carmelitas Misioneras Teresianas de la Provincia Virgen de Guadalupe de América, llegamos el lunes 25 de octubre de distintos países para celebrar nuestro II Capítulo Provincial en la casa de los Santos Mártires de los Jesuitas en Paraguay. Nos congregamos para la Eucaristía dando gracias al Señor por el don de la fraternidad.
Hoy martes 26, iniciamos la jornada alabando al Señor con Laudes y Eucaristía celebrada por el P. Obdulio Penayo OCD. Por la tarde, después de un delicioso almuerzo nos reunimos en la sala capitular, las hermanas de la comisión de animación nos guiaron por un tour-dinámica de las presencias de nuestra provincia, acto seguido nuestra Hna. Provincial María Isabel Obregón nos dio la bienvenida a las hermanas del Capítulo, invitándonos a mirar a la luz de la fe, de la palabra, del carisma para responder a los clamores de la Iglesia en clave sinodal y misión compartida.
Proseguimos con la lectura de las hermanas capitulares, la presentación de la Hna. Cecilia María Fernández que actuará como secretaria. A continuación se realizó la votación de las escrutadoras siendo electas las Hermanas Ma. Angélica Valle y Paola Zapata. Según el reglamento un miembro del capítulo debe ser electa como parte del Consejo de Presidencia, siendo votada la Hna. Amalia Esther Ponce.
Acto seguido, la Hna. Liliana Badaloni O.P que nos iluminará durante todo el Capítulo, nos presentó la metodología del mismo desde los tres pasos o momentos: Percibir-Comprender-Fluir con la Vida.
La hermana María José Gay, Animadora General, dirigió a las capitulares el mensaje de apertura del II Capítulo Provincial. Nos invitó a centrar nuestra mirada únicamente en lo que Dios quiere, a tener una actitud de conversión y contemplación, a caminar sinodalmente con un corazón abierto, a responder más y mejor a la misión soñando con realismo; a que nos dejemos afectar por las realidades que atraviesa la humanidad.
Seguidamente, en momentos personal y grupal trabajamos el mensaje de nuestra Hna. General con la metodología arriba indicada. Concluimos la jornada bajo la protección de Ntra. Sra. de Caacupé.