Hermanas, MILPA y Laicos/as: En el marco de la realidad mundial que transitamos, estamos invitados a celebrar la vida, a compartir, haciendo presente a nuestro Padre Fundador Francisco Palau, quien sigue alentando nuestro caminar desde la oración, la fidelidad a sus inspiraciones y el compromiso en bien de la Iglesia.

Celebrar al P. Francisco Palau, es celebrar la vida de la Iglesia en cada una/uno. Es hacer memoria agradecida por todo el bien que Dios Padre, sigue realizando a lo largo de la historia a través del caminar de todas/os los que nos sentimos llamados a vivir, actualizar y compartir nuestro ser Iglesia como nos soñó el P. Palau.

Somos enviados, para embellecer a la Iglesia, escucharla, anunciarla, restaurarla, respondiendo con los múltiples dones con que hemos sido creados para ser colaboradores en el proyecto de Dios, que nos quiere unidos como hermanos, donde todos vivamos con la dignidad con que hemos sido creados.
Estos días como familia venimos compartiendo en torno a la persona del P. Palau, teniendo presente todas nuestras comunidades, realidades, nuestro caminar y sus desafíos.

Hoy el P. Palau, como buen padre, solícito, atento a las necesidades de sus hijas e hijos espirituales, nos dice: Dejemos que Dios nos cuide, que nos gobierne, que nos guie (…) En la oración ofrécete a nuestra Señora, ponte bajo su protección, y fíate de ella. Fiemos de Dios y de su madre. Fiemos a ellos todas nuestras cosas y no seremos burlados ni confusos en nuestras esperanzas (C. 56).

En este día, confiemos a María nuestra Madre, medianera de todas las gracias, a toda nuestra Familia Palautiana, con sus sueños y proyectos. Pedimos especialmente por el Colegio Francisco Palau, de La Serena, Chile, que en este año celebra sus 25 años de amor y servicio a la Iglesia en los niños, sus familias, docentes, funcionarios junto al Directorio y la comunidad de religiosas.

Gracias también por todas las muestras de amor, compromiso solidario, y de servicio que en las distintas comunidades, parroquiales, educativas, de servicios a enfermos y ancianos, migrantes, indígenas, pastoral en general, que hermanas y laicos van realizando como respuesta a las grandes necesidades que sufren mucho de nuestros hermanos y que se han acrecentado a raíz de la pandemia.

Gracias por la entrega comprometida de cada uno, que fortalece y pone en evidencia la vivencia carismática en cada uno.

Pidamos para que cada día crezcamos en comunión solidaria, que se manifiesta, como dice el Papa Francisco, concretamente en “el servicio y se expresa en cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestros pueblos. El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece y busca la promoción del hermano” (FT 115).

Que como el P. Palau, experimentemos a lo largo y a lo ancho de nuestra querida Provincia “Virgen de Guadalupe”, el impulso misionero saliendo a curar las llagas de la Iglesia que clama en nuestros hermanos presencia y compromiso.

Saludamos y oramos también hoy por la Provincia de Europa, Francisco Palau.
Feliz día del P. Palau para todos.
Fraternalmente.

 

María Isabel Obregón, Animadora Provincial

Buenos Aires, Argentina, 04 Noviembre 2020