CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

Para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por los profetas. “La fidelidad de Dios”

Estamos comenzando la cuarta semana de adviento, ya quedan pocos días para celebrar el nacimiento de Jesús y la liturgia nos invita a la confianza en la Palabra y la fidelidad de Dios, a creer desde el fondo del corazón que la venida del Hijo de Dios  nos traerá salvación, reconciliación y vida abundante.

Cuando nos preparamos para celebrar Navidad le damos a Dios un voto de confianza, le decimos “creemos Señor todo lo que nos has prometido, creemos que lo que anuncias es verdad,  creemos que esa alegría, esa paz, esa vida, esa salvación, reconciliación y vida abundante, son reales, creemos “porque Tú lo has dicho” y por eso lo esperamos.

Y que aunque hoy tenga momentos o experiencias tristes, difíciles, duras, oscuras, sé en el fondo de mi corazón, sé que esas promesas llegarán, y aunque hoy tenga amargura, espero lel momento de mi liberación,  y alcanzaré la alegría, y aunque hoy tenga rencor, sé que traerás a mi vida la reconciliación y la paz, sé  que contigo  llegará a mi vida la verdad, la luz, el sentido de todo y que aprenderé a dar importancia a lo que es importante, aunque eso venga “envuelto en pañales”, en medio de la noche en el rincón sencillo de las cosas cotidianas de  vida que vivo.

Al acercarse ya la Navidad, al celebrar el último domingo de adviento, dispongámonos como María para que Dios haga en nuestras  vidas según tu plan.  Y como José, queremos confiar en tus mediaciones, tus “mensajeros”, queremos saber escucharlos ya acogerlos. “Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer”.

En estos pocos días antes de Navidad, estemos atentos a  la presencia y mensajes del Señor, pues como dice la primera lectura del profeta Isaías  “El  Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros” Afinemos la mirada, demos hondura a nuestra reflexión para “comprender” la Señal.