Este viernes 15 de julio en la localidad de San Fernando fue ordenado sacerdote nuestro hermano en el Carmelo, fr. Patricio del Niño Jesús. Pudimos acompañarlo en este tan hermoso y significativo momento las hermanas Élida Águila, Superiora provincial, Carmen Mendoza, Viola Ormazábal, Adriana Montenegro, Palmira Ruiz, Elvira Acevedo y Patricia Balcázar, quienes asistieron en representación de todas quienes conocimos y compartimos con Patricio ya desde su infancia en Quilpúe.

El Padre Patricio recibió el Orden sagrado de manos del Obispo de la diócesis de Rancagua,  Monseñor Alejandro Goic y fue acompañado de sus hermanos Carmelitas Descalzos, sacerdotes de la diócesis de Rancagua, el P. Jaime Da Fonseca antiguo párroco de “Ntra. Sra. del Rosario” Quilpué, nosotras y  las hermanas Carmelitas Misioneras, fieles de su parroquia de San Fernando, familiares y amigos y una delegación de Quilpué formada mayoritariamente por MILPA, familia a la cual Patricio perteneció en su juventud.

El día lunes 18 de julio nos visitó en la comunidad “Santa Teresa” de La Florida pues su deseo era que una de sus primeras misas fuese con sus hermanas CMT. Fue un momento muy emotivo para él y para nosotras, una acción de gracias por su vida, su vocación y el regalo de la fraternidad. Nuevamente reafirmó el gran amor y admiración que siente por el P. Palau a quien eligió como santo protector junto a Santa Teresa del Niño Jesús, expresó su agradecimiento a nuestra Congregación por la cercanía y presencia durante su vida y mencionó especialmente a las hermanas Verónica Quintana, quien lo preparó para el sacramento de la Eucaristía, Paola Riffo en su confirmación,  Carmen Mendoza en la comunidad MILPA, Adriana Montenegro quien le ayudó con un retiro Palautiano previo a su Ordenación sacerdotal y a todas las CMT  ya que se siente” hijo y hermano” del Carmelo Palautiano. Comprometemos nuestra oración por nuestro querido hermano y pedimos al Señor conserve su corazón sencillo, su espíritu alegre y su marcado talante misionero. Lo encomendamos a nuestro padre fundador, el Beato Francisco Palau, ocd que, como él, sea un fiel  y apasionado amante de la Iglesia, sirviéndola especialmente en sus miembros más necesitados.