INFORMATIVO N° 3
Querida hermanas, ya pasó un poco de tiempo desde que nos dirigimos a ustedes, para compartirles nuestra vivencia en Ávila, cuna de la santa madre Teresa de Jesús.
Hoy nos dirigimos nuevamente para continuar compartiéndoles nuestro caminar, el cual nos ha llevado a constatar que nuestra vida está en un continuo dinamismo, que pasa por adentrarnos en lo más profundo de nuestro ser, acoger nuestras limitaciones y experiencias, todo lo que somos y tenemos, para poder estar en un continuo proceso de crecimiento y desde ahí seguir caminando.
Tomando en cuenta la experiencia que nos invita a vivir santa Teresa en el recorrido por el castillo interior; hemos visto cuán importante es no quedarnos quietas ante nuestras limitaciones, sino levantarnos y caminar para adentrarnos en las moradas sin desanimarnos, siendo firmes en la decisión de ser amigas fuertes de Dios y poder entregarle nuestro yo más profundo, para luego vivir con los ojos y los oídos abiertos ante lo que sucede en nuestro entorno y como Simeón reconocer a Jesús en medio de la multitud. Dejándonos transformar por su amor, rindiéndonos, buscando la voluntad de Dios, para así reproducir en nuestra vida la muerte y Resurrección de Cristo. Reconociéndonos habitadas por Él, y desde ahí caminar juntas para que el otro viva esta Experiencia.
Continuamos en este camino desde la Sagrada Escritura, dando una nueva mirada a la llamada de Dios, que no cesa en su deseo de que en el ser humano se realice su proyecto del que nos reconocemos participes. Esta fue también una misión que al P. Francisco Palau le interpelo y asumió desde su realidad con responsabilidad, estando en una constante búsqueda de la Voluntad de Dios y disponiéndose a llevarla a cabo; esta es la invitación que hemos sentido cada una de nosotras en este asumir un mayor compromiso y entregarnos con generosidad al servicio de la Iglesia.
Hemos tenido también la oportunidad de celebrar con alegría los 75 años de la llamada de nuestra hna. Teresa Mira del niño Jesús de Praga, a la casa de Dios Padre y desde este acontecimiento tuvimos la oportunidad de agradecer a cada una las hermanas de la Comunidad “ Santa Teresa de Jesús” de Ávila, quienes nos acogieron todo este tiempo con calidez y amor haciéndonos sentir parte de la comunidad. Hemos rescatado de cada una de ellas estas virtudes: la generosidad, servicio, disponibilidad y alegría para vivir la entrega en el día a día.
Así mismo, no queremos pasar por alto la gratitud que sentimos por nuestras hermanas de comunidad, quienes nos siguen acompañando con sus oraciones; también extendemos nuestro agradecimiento a cada una de ustedes quienes forman parte de nuestra familia religiosa.
Sin más que deciros por el momento nos despedimos con un cordial abrazo en la distancia y unidas en la oración. Sus hermanas Susana, María, Marta, Rubeliza (Vhie), Lea, Mayra y Gissella CMT.
INFORMATIVO N° 2
Queridas hermanas:
Recibid un afectuoso saludo de nuestra parte.
La vida es un viaje en el que estamos continuamente llamadas a caminar en la fe, a crecer en la confianza y fortalecernos por medio de las experiencias vividas. Hace unas semanas os comunicábamos nuestros primeros pasos en este tiempo de preparación para nuestra entrega definitiva. Hoy volvemos a ponernos en contacto con vosotras para haceros partícipes de nuestra vivencia de estas dos últimas semanas.
El día 25 de enero comenzamos nuestro viaje con Santa Teresa de Ávila, en el CITES con nuestro primer módulo, Lenguaje Místico, a cargo del Padre Juan Antonio Marcos, OCD. Este fue un buen comienzo para introducirnos en el lenguaje utilizado por la Santa y el conexto histórico-sociocultural en el que vivió. Fue muy bueno poder profundizar en estos aspectos, ya que nos han abierto nuevas puertas y nos han dado herramientas para mejor comprensión de los escritos teresianos.
El día 1 de febrero comenzamos el segundo módulo con el Padre Javier Sancho OCD, El Libro de la Vida. En esta semana pudimos adentrarnos de lleno en esta obra, que como dijo el profesor más que Vida es el Libro de las Misericordias de Dios. Día a día nos fuimos acercando a las intenciones y motivaciones profundas que le llevaron a Teresa a plasmar su experiencia dejándonos este preciado legado. Fue muy significativo poder profundizar en sus experiencias del encuentro con Dios, y como lo da a conocer a otros, para que puedan hacer también este camino. Como grupo y cada una en lo personal vamos rescatando esta experiencia para nuestra propia vida, para crecer en lo humano y en lo espiritual, para vivir más conscientes del paso de Dios en nuestra propia historia, y para poder transparentar su amor en nuestro vivir cotidiano. Desde la experiencia de la oración nos llamó la atención como Teresa hace ese encuentro de amistad con Dios “estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama…”. De ahí nos surge la invitación de vivir con el corazón abierto al querer de Dios, crecer en autenticidad y hacer ese camino de conversión cada día con firmeza y determinación.
Dentro de todas las actividades os compartimos algunos acontecimientos más sigificativos. El día 30 participamos en el encuentro de la Vida Consagrada, donde asistimos a la charla sobre la Bula del Papa Francisco “Misericordiae Vultus”, y algunas parábolas de la Misericordia que nos llevaron a situarnos y sumergirnos en esta experiencia de fidelidad del Señor para con cada una de nosotras. El hecho de encontarnos con religiosas de distintas congregaciones y compartir como una gran familia nos invita a vivir en fidelidad creativa y en comunión fraterna nuestra vocación. Esta misma invitación nos hizo el Señor Obispo D. Jesús García Burillo, en la Eucaristía del cierre del Año de la Vida Consagrada, que tuvo lugar el 2 de febrero. En su homilía D. Jesús nos reiteró la invitación a vivir nuestra consagración con audacia, disponibilidad, entrega y servicio a los más necesitados.
El estar en la ciudad que vio nacer y crecer a Santa Teresa, nos brinda una oportunidad única de poder hacer un itinerario por los lugares más importantes, seguiuendo sus huellas y palpando su espiritualidad. En este recorrido nos acompañó la hna. Antolina Fuentes, la cual nos acercó, con la oración y la reflexión, a esta gran mujer.
Durante este tiempo no faltaron momentos fraternos muy bonitos con las hermanas de la comunidad, entre nosotras y con nuestros compañeros del CITES, con los cuales el día 6 de febrero pudimos visitar dos lugares muy significativos para el Carmelo: Arévalo y Medina del Campo. Ahí pudimos empaparnos aún más de Santa Teresa y San Juan de la Cruz pisando la misma tierra que, unos siglos atrás, ellos recorrieron. Después de celebrar la Eucaristía en la capilla donde San Juan de la Cruz celebró su primera misa nos dirigimos a la segunda fundación de la Santa. Ahí compartimos las vísperas y un momento fraterno con las Madres Carmelitas Descalzas de este monasterio. Fue una jornada muy hermosa, que nos impulsa a seguir apostando por unas relaciones abiertas y circulares.
Gracias a todas por seguir acompañando nuestro caminar, por las oraciones y cercanía.
Con cariño fraterno y recuerdo en nuestras oraciones,
Hnas: Gissella, Lea, Mayra, Susana, Vhié, Marta y María, Junioras CMT
INFORMATIVO N° 1
“Me comprometí […] con votos solemnes a un estado,
cuyas reglas creía poder practicar hasta la muerte,
independientemente de todo humano acontecimiento.”
P. Francisco Palau
Movidas por este deseo de entregarnos definitivamente a la Iglesia – Dios y los prójimos, el 15 de enero de 2016 Mayra (México), Vhíe y Lea (Filipinas), María (Chile), Susana (España), Gissella (Perú) y Marta (Polonia) procedentes de distintas culturas, lenguas y comunidades, llegamos a Ávila para emprender juntas esta nueva etapa de nuestra Consagración.
En este lugar tan significativo para nuestra familia religiosa hemos sido convocadas para que, desde el silencio, interiorización, revisión y compartir las experiencias vividas durante estos años, poder proyectarnos hacia el futuro y así responder a la Iglesia (o llamada?) con fidelidad creativa. Para esto la hna. María José Gay Miguel, miembro del Equipo General de Formación, junto a las hermanas de la comunidad: Rosario, Carmen y Antolina, nos dieron una cálida bienvenida, proporcionándonos un ambiente fraterno y acogedor. Se lo agradecemos de corazón.
Somos conscientes de la confianza depositada en nosotras y de la gracia del Señor que nos acompaña, especialmente en este Año Jubilar de la Misericordia, cuyo logo acompaña e ilumina nuestro itinerario recordándonos constantemente nuestro modelo de identificación: Jesucristo.
Esta primera semana nos sirvió para situarnos ante esta nueva experiencia y adentrarnos en nuestro proceso, en la realidad de nuestra vida, haciéndonos conscientes de nuestro momento vital.
Gracias al esfuerzo por generar espacios de escucha, silencio, respeto, acogida y fraternidad hemos podido descubrir la belleza de cada una en medio de nuestra diversidad.
Dispuestas a seguir recorriendo este rico y profundo camino, nos brota dar gracias a nuestras comunidades, que no escatimaron tanto en medios como en esfuerzos y generosidad por posibilitarnos vivir este momento.
Agradecemos también la cercanía de nuestra hna. General, Luisa Ortega, que nos anima e impulsa, por medio de su carta de Bienvenida, a reencontrarnos con las motivaciones profundas de nuestra vocación de Carmelitas Misioneras Teresianas haciendo “un alto en el camino”.
A su vez agradecemos la visita y acogida fraterna de D. Jesús García Burillo, obispo de esta diócesis, y a vosotras queridas hermanas, por todas las muestras de cariño y cercanía. Y por supuesto por vuestra oración, a la cual nos encomendamos. ¡Gracias!
Con cariño fraterno y presencia en nuestras oraciones,
Mayra, Vhié, Lea, María, Susana, Gissella y Marta
Junioras CMT