Hoy 19 de Mayo del 2013, La Comunidad MILPA de Quilpué ha realizado su promesa en la Capilla nuestra Señora del Carmen perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario. 5 integrantes por primera vez, María Luz Araya, Marisol del Carmen Peralta, Anais Hidalgo, Celia Poblete, Eris Vásquez, ellos recibieron su pañolin y una medalla escapulario todos los integrantes y 10 integrantes renovaron su promesa; Lorena Escudero, Joel Sánchez, María Molina, Nancy Fuentes, José Naranjo, Isabel Urrutia, Laura Gómez, Ariel Guerra, Margarita Jorquera.
Una de sus integrantes quiere compartir con ustedes su testimonio dentro de la Comunidad MILPA.
– Marisol del Carmen Peralta Villarroel: participo en la Comunidad desde el año 2005 y hoy me he sentido llamada a comprometerme públicamente en la comunidad después de un largo tiempo de pertenencia Dios me invita a tomar su cruz y ser testimonio dentro de mi Iglesia local.
Queridos hermanos, la hermosa experiencia que he podido vivir al participar en los encuentros de oración, en que hemos compartido con diferentes familias, donde me he sentido enviada a anunciar la palabra de Dios, he experimentado, como de Dios he recibido, más de los que realmente he dado, me confirma la frase que dice “más vale dar que recibir”. Esto me ha hecho día a día ir adquiriendo mayor compromiso con la Iglesia y especialmente con esta familia que Dios formo en nosotros. A la vez esto me fortalece en mi fe y me ayuda desde allí a llevar las dificultades de la vida y sentirme confortada en Dios en medio de mi familia. Agradezco a mis hermanos la acogida y el amor que me han entregado, para seguir siendo parte de esta comunidad.
– Celia Elisa Poblete Villalón: La primera vez que tuvo contacto con Francisco Palau fue a través de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas Paola Riffo, Sonia Mendoza, Carmen Mendoza. Visite la Capilla Fancisco Palau, me sentí muy bien acogida por la Sra. Lorena Escudero y Marisol Peralta. Y desde allí empecé a estudiar a la Vida del Beato Francisco Palau, Participe en Misiones de 8 días en los Maquis, donde visitamos a muchas familias y personas que nos dieron una enseñanza de vida. Y en esas misiones me experimente al igual que Marisol que más recibí de los que di, de cada persona y misioneros en el lugar. Cada día pido al Señor, me conceda la fuerza para seguir sirviéndole a mis 80 años. Y puedo decir que me siento Misionera Laica Palautiana hasta que Dios lo permita y mis años que me queda de vida será para servirlo a él.