Una de las primeras llamadas que hizo el Papa Francisco fue a su hermana, María Elena. Y demostró su talante ahorrador: le pidió que dijera a toda su familia que estaba bien, que no los llamaba personalmente, porque le saldría muy caro al Vaticano. Y a partir de allí, las llamadas se sucedieron.
“Llamó el otro día a Buenos Aires para ver cómo estaban las cosas por allá antes de dar su misa a la gente que estaba en la plaza, y les dio un mensaje y les adelantó la homilía. Cuando le atiende la monja le dice:“¿Quién habla?”, “el Padre Jorge”. “Su Santidad”, “qué su Santidad el padre Jorge”. Como diciendo no nos pongamos todo el título ahora”. (Javier Soteras, Director Radio María Argentina)
El Papa Francisco también quiso anular personalmente su cita con el dentista y decirle al kioskero que no iba a ir a comprar más el periódico, como si la noticia de su elección no hubiera dado la vuelta al mundo.
“Le habló al diariero para decirle, que no le compra más el diario, lo llamó personalmente y le habló al dentista para cancelar el turno, son todas cosas y gracias… 10,36 todos saben que no va a comprar más el diario, que no podía ir al dentista”. (Javier Soteras, Director Radio María Argentina)
Desde que asumió la responsabilidad de ser el guía de la Iglesia, el Papa Francisco ha demostrado que es un hombre sencillo, humilde en las formas y que cuida los detalles y las relaciones personales.