El Martes 17 de Enero las hnas. Guillermina Silva y Silvia Sepúlveda realizaron sus bodas de oro en el Santuario de Teresa de los Andes. La celebración se centró en la Eucaristía que se inició a las 17:00 hrs. presidida por Monseñor Manuel Donoso, Obispo de La Serena acompañado de monseñor Enrique Troncoso, Obispo de Melipilla, junto a numerosos sacerdotes carmelitas descalzos.
La ceremonia fue acompañada por las Carmelitas Misioneras Teresianas, y de manera especial por la Hna. General Luisa Ortega y las Consejeras Teresa Rosas y María Teresa García, además de la Provincial; Hna. Mirtha Rojas. Las Hermanas Guillermina y Silvia contaron con la presencia de sus familias y amigos de varios puntos del país.
Lo más significativo de la celebración fue la renovación de sus votos ante toda la asamblea. Luego todos compartieron otro momento fraterno en la Casa de Espiritualidad.
A continuación un extracto del guión de la Ceremonia:
Hna. Guillermina Silva, nació y vivió su infancia en los verdes paisajes de Cochamó, cerca de Puerto Montt. Creció rodeada del amor familiar y de las catequesis en su capilla. Su sonrisa y acogida es regalo para todos los que la conocen.
Hna. Silvia Sepúlveda, una típica chillaneja, creció entre el amor de su familia y buscando la pasión por la misión a los más pobres. Su disponibilidad y responsabilidad han sido su huella en todas sus presencias.
Celebrar 50 años de vida consagrada, constituye un momento para detenerse, meditar y dar gracias por el don de la vocación, que es pura gracia, don del Dios-Amor.
Es mirar la vida pasada con los ojos de ese Dios que comprende nuestras equivocaciones, perdona nuestros pecados más oscuros y nos acepta como somos.
“Te has desposado con la Iglesia con matrimonio espiritual y has de ser luz”
Hace 50 años en Argentina, este Dios-Amor consagró a nuestras primeras carmelitas misioneras teresianas chilenas hnas Guillermina y Silvia, quiso contar con ellas y las invitó para una misión especial, amar y servir a la Iglesia.
“El que pierda la vida por mí, la encontrará”.
Celebrar “Bodas de Oro”, lejos de sentir que la vida se escapa, es seguir caminando con paz, sin prisas ni protagonismos, con una comprensión creciente hacia todos y con mucha compasión.
Es ahora cuando nuestra vida puede ir creciendo más libremente hacia su plenitud. Es ahora cuando cada experiencia dulce o amarga, cada logro grande o pequeño, cada pecado más o menos grave, va ocupando su verdadero lugar; es ahora cuando podemos entonar, como María, nuestro “Magníficat”. Al final de todo hallaremos la ternura insondable de un Dios que es Padre y Madre. Celebrar “Bodas de oro” es seguir diciendo: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Como familia palautiana, la Eucaristía es el centro de nuestra vida, en ella se actualiza nuestra profunda relación con Cristo y los hermanos. Comencemos nuestra celebración de acción de gracias con profunda alegría, agradecimiento y encuentro.
Les dejamos un video editado por la Pastoral de Comunicaciones de las CMT en conmemoración de esta celebración:
GRACIAS POR EL TESTIMONIO DE AMOR, SERVICIO Y FIDELIDAD DE ESTOS 50 AÑOS…. GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE….
FUE UN MOMENTO MUY FUERTE… EXPERIMENTÉ LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU EN LA SENCILLEZ Y TERNURA DE SUS RENOVACIONES..
UNIDAS COMO SIEMPRE…
PAO CMT SANTIAGO, CHILE
Estaban hermosas…. iluminaban con su presencia.
Fue un momento maravilloso. Ellas con su humildad al máximo, nos dieron un gran regalo, la presencia de Dios, de su Hijo y del Espíritu Santo en su renovación.
¡Cuánta sencillez frente a un evento tan importante!
Ellas nos dieron las gracias por la presencia, pero debemos ser nosotros los agradecidos por habernos permitido compartir este momento y acercarnos al Padre Celestial.
Mis felicitaciones nuevamente para ambas y que Dios las colme de bendiciones por siempre.
PARA LA HERMANA SILVIA LAS BENDICIONES MAS GRANDES, HEMOS TENIDO LA DICHA DE CONOCER A UNA MADRE QUE CUANDO HA TENIDO LA TAREA DE ACONSEJARNOS LO HA HECHO CON MANO FIRME, GUÍA FORMADORA Y PROTECTORA, MUY QUERIDA POR MI FAMILIA; AGRADEZCO A NUESTRO SEÑOR EL HABERLA CONOCIDO Y TAMBIÉN AGRADEZCO EL HABER ESTADO EN ESTA FIESTA TAN HERMOSA Y EMOCIONANTE DE SUS CINCUENTA AÑOS COMO RELIGIOSA FIEL A SUS PRINCIPIOS. HERMANA QUE DIOS LA PROTEJA Y ESTÉ JUNTO A NOSOTROS POR SIEMPRE NO IMPORTA LA DISTANCIA QUE TENEMOS POR SUS OBLIGACIONES, EN NOSOTROS ESA DISTANCIA ES QUERERLA MAS Y ROGAR QUE NO PASE MUCHO TIEMPO PARA VERLA, CUÍDESE MUCHO, EN NUESTROS CORAZONES POR SIEMPRE.
HERMANA GUILLERMINA, ESA PERSONA TAN CARIÑOSA QUE HEMOS CONOCIDO, CARITA TAN TIERNA Y ACOGEDORA, AGRADECEMOS CON MI ESPOSA EL CONOCERLA, QUE DIOS LA BENDIGA Y MIL GRACIAS TAMBIÉN POR HABER ESTADO EN ESTA FIESTA DE SUS CINCUENTA AÑOS COMO RELIGIOSA.
Querida hermanas Silvia y Guillermina, desde Brasil las hemos acompañado con nuestra oración pidiendo al Señor que les regaló y les continua regalando con el don de la fidelidad, las bengiga, y las colme de su gracia y bendición abundantemente. Gracias por estos 50 años de entrega en servicio incondicional a la Iglesia. Con cariño y gratitud Sonia
Queridas hermanas Silvia y Guillermina: gracias por hacernos partícipes de esta hermosa alergia de la perseverancia y fidelidad en la consagración a Dios. Gracias por su vida y testimonio al servicio Dios y los prójimos. Gracias hermanas porque para algunos de nosotros, que estamos comenzando este camino, nos queda meditar y reflexionar en la constante repuesta favorable a la voluntad de Dios, que poco a poco, vamos construyendo cada día. Y así, poder algún día, alabar la grandeza del Señor, en una entrega de toda la vida. Con cariño fraternal, pato ocd
Querida Hermana Silvia: gracias por ese testimonio de disponibilidad, fidelidad y responsabilidad tan marcados durante su caminar por nuestro Colegio Francisco Palau y en todos los lugares en donde sus pies se han posado.Gracias por hacerme participe de este momento tan tan hermoso, lleno de sencillez, humildad, montrando como siempre una fidelidad inmensa a Dios. Quién de seguro seguira fortaleciendola y acompañando en esta vocación en donde a sus 50 años de vida consagrada, se reafirman de una forma madura los lazos con Dios y su “Amada Iglesia”
Gracias a Dios, por permitirme conocer a la Hermana Silvia Sepulveda, quien fue forjando en nosotros una Comunidad de Oración Francisco Palau de La Serena, comenzó como un verdadero artesano, busco el material y fue puliendo con sus propias manos que se apoyaron en la Oración, la perseverancia, el cariño, pero, también con firmeza. Como no recordar y agradecer sus sabios consejos cuando la comunidad pasaba por momentos difíciles. Luego nos enteramos de su partida hacia santiago, lo cual significaba que se nos iba nuestra fundadora, se pensaba que nuestra comunidad terminaba, pero la gracia de Dios no permitió, de lo contrario fue nuestro pilar fundamental para demostrarle y agradecerle a ella que su obra no había sido en vano, por hoy nuestra comunidad esta mas fortalecida y agradecida de quien nos formo Gracias Hermana Silvia, Con Cariño, que Dios la bendiga.
Que maravilla es conocer a una religiosa en sus bodas de oro, Dios realiza su obra en personas sencillas y humildes y me refiero a la Hermana Guillermina, simplemente gracias por haber tenido la dicha de participar en las bodas de oro de nuestras hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas.
Muchas bendiciones para las Hermanas: Guillermina Silva y Silvia Sepulveda
Queridas hnas. Guillermina y Silvia: Gracias por el si eterno a la Iglesia, Dios y los prójimos.
Amigas y hermanas alabado sea el Señor por regalarnos a la Iglesia sus vocaciones, gracias por su entrega constante, su cariño y atenciones con nosotros, especialmente con las comunidades Milpa del país. Las llevamos a ambas, Hna Guillermina y Hna. Silvia, en nuestros corazones y nuestro regalo para todo lo que se viene es la oración para que su esposo este junto a uds. siempre. Un abrazo cariñoso y fraternal de todo el Milpa de Chile.
Querida Hermana Silvia:
Mi más sinceros agradecimientos, por permitirme estar presente en una ceremonia tan sublime,mágica y llena de luz,sentir su alegría, su entrega a Dios y su Amada Iglesia.
Gracias por su acompañamiento y cariño en nuestro querido Colegio Francisco Palau.
Felicitaciones y que Dios la bendiga.
Con eterna gratitud y cariño.
Marcela
MI querida hermana Silvia, gracias una vez mas , por permitirme estar a su lado, este dia tan hermoso, gracias por dejar que entrara en esta comunidad de oración , que ha sido maravillosa, ya que he encontrado apoyo incodicional de parte suya y de mis hermanos en cristo.Usted ha sido un apoyo fundamental en nuestra familia, .Gracias de todo corazón por su entrega, ´por su sinceridad, por estar siempre apoyándonos , y orando por cada uno de nosotros, y por último doy gracias a Dios y a la Virgen por haberla puesto en mi camino, ya que cuando llegan momentos difíciles , usted siempre está allí.
Felicidades por sus bodas de oro. gracias por ser una fiel testimonio de Cristo , gracias por ser nuestra madre .
La quiero mucho , que Dios le siga dando salud y harto amor , muchas bendiciones, un abrazo a la distancia y siempre siempre está en nuestros corazones, en nuestra familia, la amo mucho , besitos
Hermana Guillermina, Felicidades en sus bodas de oro , ha sido una fiel servidora a de cristo en todos estos años, que Dios la bendiga, un abrazo a la distancia , muchas felicidades
Como en pocas líneas poder decir lo que han significado para mi personalmente y para mi familia estas 2 queridas Religiosas Carmelitas. Ambas han pasado por la vida de tantas personas, dejando una huella imborrable. La Hna. Guillermina siempre igual que que el primer día que la conocí hace 26 años, yo recién tenía 21 hoy tengo 47, siempre con su santa vocación de servicio, su prudencia, y reservada al máximo, siempre feliz, donde Dios la enviara, allí estaba con su carita sonriente, y sigue igual sonríendole al Señor, de ella he recibido muchos ejemplos que en mi vida he puesto en práctica.
La Madre Silvia, cuántos años que la conozco, me parece toda una vida, desde siempre la sentí como mi Madre, jamás olvidaré la jornada vocacional en el Noviciado de La Florida, que casa con tantos recuerdos, el parque que miles de veces nos vio pasar y rezar las numerosas cuentas de un rosario, los frios inviernos cuando trasladabamos las cargas de acerrin para las estufas, todas en hermetico silencio, o cuando sentiamos las manos congeladas haciendo imagenes religiosas de yeso religiosas, o aquel parrón que nos vio y sintió trabajar laboriosamente raspando sillas, sacando una vieja pintura, para que apareciera la buena madera, así formamos nuestra alma, tratando de sacar lo malo para que apareciera lo bueno que Dios nos estaba formando silenciosamente. Tantos recuerdos, en medio de estas tareas disfrutabamos enormemente cuando llegaba a visitarnos la Hna. Delegada en ese momento la Madre Silvia todas corriamos como estuvieramos a saludarla, era una persona que todos querian estar con ella. Jamás olvidaré cuando tomé la determinación despues de mucho que me costó convencer a mi Padre e ingresé al al Postulantado, donde habían muchas abuelitas que experiencia más linda fue esa, y la Madre Silvia a mi y a otra postulante nos acampañó en este paso tan dificil que fue para mi, sentí siempre su oración y cariño permanente. Pasaron los años y la vida siguió transcurriendo, fui creciendo y aprendiendo que a pesar de eramos muchas Novicias en ese tiempo cada una era especial ante Dios, y habia que encontrar la amistad con él, me costó mucho esto porque siempre fui regalona y ma encariñaba mucho con las personas, fue precisamente la Virgen quien me ayudó para aprender esto y a travez de la Madre Silvia pude aprender como se hacen verdaderamente los corazones santos, aprender que uno puede querer mucho a alguien, pero entender que en Dios y a travez de la Stma, Virgen los cariños hacia las personas no se terminan, por el contrario se transforman y la mano Santa de Dios hace que esto trascienda hasta la eternidad. Para mi el hecho que la Madre Silvia celebre 50 años de religiosa, es entender que cualquier cosa que uno haga en la vida debe hacerlo en un acto de absoluta responsabilidad y con el onjetivo de llegar a la meta, este acto de voluntad plana, amparado por la gracias de Dios es un ejemplo para cualquier hijo de la Iglesia Santa, me enorgullece conocer y que halan pasado por mi vida 2 grandes mujeres como lo son la Hna. Guillermina y Madre Silvia. Que Dios las bendiga a cada una y que Dios y la Virgen haga florecer santas vocaciones al Carmelo Misionero Teresiano.