La comunidad de las Hermanas Carmelitas Misionera Teresianas de la diócesis de Goya celebró el 60º aniversario de vida religiosa de las hermanas Carmen Sandoval y Rosa Nicoletti, ambas oriundas de esta ciudad, con una Misa en la Iglesia Catedral que presidio el obispo monseñor Adolfo Ramón Canecin y fue concelebrada por el vicario general presbítero Juan Carlos López.
Fue una celebración marcada por la emoción ya que se encontraban participando de ella sus familiares y las religiosas de la congregación.
Monseñor Adolfo Canecin destacó, en la homilía, que la consagración que las religiosas hicieron de sus vidas es para “servir a la Iglesia con alegría, fidelidad y caridad”.
Desde la antífona del salmo, “¿con que pagare al Señor tanto bien que me ha hecho?”, el prelado goyano dirigió su prédica para iluminar la vida de las religiosas. Añadio en este sentido que debemos dar gracias por “la alegría de sentirnos amados por Dios”.
Continuo “alzare el cáliz de la salvación e invocaré el nombre del Señor” por eso, “hoy damos gracias con júbilo” porque “El Señor los llamo a la vida, a la fe y a la vida consagrada”.
El obispo agradeció en público la tarea que las religiosas de la Congregación de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas llevan a cabo en la Diócesis de Goya y dijo, que “son muy valoradas” por la gente de nuestro pueblo.
FIDELIDAD
Canecin destacó “la fidelidad de ellas, porque sesenta años de vida consagrada, no son pocos. La fidelidad de ellas es un canto a la fidelidad de Dios: uno puede ser fiel a aquel que nos convoca, nos llama y nos capacita”.
“En la fidelidad de Dios nosotros podemos ser fiel. Él nos capacita para corresponderles como el merece y espera” expreso el obispo.
Al finalizar la celebración la hermana Carmen Sandoval pronuncio unas palabras de acción de gracias y se despidió de la comunidad goyana porque su nuevo destino pastoral será el Perú.
La Hermana Sandoval agradeció al Señor este tiempo de gracia y pido a Dios que nos ayude “a revitalizar la vida y misión de la congregación en América, trabajando con gozo y esperanza”al servicio de la Iglesia. –
