El Viernes Santo, día en el que acompañamos a Jesús en su camino de amar hasta el extremo y contemplamos su entrega total, sin condiciones, varias comunidades y grupos eclesiales de Goya (Corrientes, Argentina) nos unimos en una misión en el ámbito rural. Desde la parroquia de los Padres Redentoristas, el Grupo Monte Carmelo, la Pastoral de la Escucha, la Comunidad Carmelita Joven, las hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, fuimos para compartir la fe en las celebraciones y actividades con la comunidad de una de las capillas del campo. Vivimos juntos el Vía Crucis recorriendo el camino polvoriento, adoramos la cruz en medio de los paisajes rurales y formamos un solo cuerpo en Su Cuerpo. Ante todo la experiencia de poder estar juntos los jóvenes, independientemente de dónde venían y a que comunidad pertenecían, creó un clima de apertura y cercanía a la hora de compartir la vida. Al concluir el encuentro plantamos un arbolito como signo de vida que brota y que necesita ser cuidada.