Querida familia palautiana.
¡Feliz día de nuestra madre y patrona la Virgen de Guadalupe!
Nuestra Madre de Guadalupe, en este tiempo de adviento nos sale al encuentro y
celebramos su fiesta, como Iglesia, y nosotros de manera particular como provincia.
Que en este tiempo de Adviento crezca en nosotros el deseo de acoger en nuestra
vida de cada día la gracia y la misericordia de Dios, y vivir abiertos a la acción del
Espíritu Santo como la Virgen que por su docilidad y apertura permitió que Dios se
encarnara en nuestra humanidad.
La Encarnación es la manifestación de cómo Dios en Jesús se hizo vulnerable, precario,
necesitado, dependiente. Nuestro Dios herido es clave de lectura de toda la historia de
salvación. Estamos llamadas/os a sanar nuestras propias heridas, las de nuestros
hermanos desde la contemplación de la vulnerabilidad de Dios, recorriendo un
camino espiritual de transfiguración de nuestra condición frágil y al mismo tiempo
llamados a ser reflejo de la belleza de Dios.
Pidamos a nuestra madre nos enseñe a ser humildes a “andar en verdad”, para
abrirnos a la transformación que solo la Divina Ruah hará posible teniendo un corazón
disponible, generoso abierto al proyecto de Dios.
La aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego fue un signo profético
de un abrazo, el abrazo de María a todos los habitantes de las vastas tierras de
América, a los que ya estaban allí y a los que llegaríamos después.
María se hace cercana a sus hijos, acompaña como madre solícita su camino, comparte
las alegrías y las esperanzas, los sufrimientos y las angustias del Pueblo de Dios.
Nuestra espiritualidad mariana y eclesial, se expresa en nuestro ser y estar al estilo de
nuestra madre de Guadalupe que sabe caminar, involucrarse, descalzarse en medio de
sus hijos nuestros hermanos especialmente los más pobres.
Hoy nos vuelve a decir, « ¿No estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi
sombra y resguardo? ¿No soy, yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de
mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? ».
Con esperanza renovada y como la Virgen proclamemos la grandeza de Dios que
conduce nuestra historia y nos invita a salir como discípulos misioneros con actitud
de escucha atenta para hacer de cada encuentro lugar de la manifestación de Dios, signo
profético para nuestra realidad de hoy.
¡Feliz día de nuestra Madre y Patrona la Virgen de Guadalupe!
Hna. María Isabel Obregón cmt
Animadora Provincial