En clima de oración, esta mañana nos reunimos en la capilla. Al orar con la novena al P. Palau nos hemos unido así a toda la congregación y a toda la familia palautiana, que en estos días nos preparamos para la fiesta de nuestro fundador, nos disponemos para celebrar y recordar aquel momento carismático en que su Cosa Amada se le reveló, le salió al encuentro, y que situamos aproximadamente en torno al 7 de noviembre.
Hoy nos ha acompañado la figura bíblica de Raquel. “La bella Pastora” que tiene la misión de cuidar y apacentar el rebaño. Como Raquel, se nos invita a cuidar y llevar a fértiles dehesas el rebaño encomendado en la Provincia, en nuestras Iglesias locales. Como Raquel, en la visión de nuestro fundador, en este “cuidar”, somos llamados y llamadas a denunciar todo tipo de violencias que sufre la humanidad.
A las 8:15 a.m. reunidos en la sala capitular, la hna. Provincial, María Isabel Obregón, después de recordar nuestros nombres y lugares de procedencia, tanto a los que estamos en modo presencial como en la virtualidad, nos instó a sintetizar con una palabra la experiencia del compartir de lo trabajado, reflexionado, vivido… el día anterior.
La dinámica de la jornada fue similar a la de ayer, combinando los tiempos de reflexión personal, los grupales de lectura y compartir los ecos más relevantes de los documentos que reflejan por dónde percibimos que Dios quiere que vaya nuestra vida y misión como familia, como provincia.
Por la tarde, antes de reanudar el trabajo, escuchamos varios de los saludos enviados por nuestras hermanas de los distintos gobiernos provincial y general, hermanas de comunidades, etc. Nuevamente trabajamos en los grupos que, además de trabajo, se van configurando como pequeñas comunidades de compartir vivencias, intuiciones e inspiraciones. Compartir, a veces fluido, otras con momentos más densos y de posturas diversas que van enriqueciendo la diversidad de nuestro tejido. Dinámica que se completa en la sala capitular donde, después de expresar diversas opciones y posturas, vamos construyendo juntos, consensuando y discerniendo posibilidades.
Ha sido una jornada intensa de escucha, compartir y mucha luz para los acuerdos que pueden salir de este capítulo provincial en América y que serán la hoja de ruta de toda nuestra familia e instituciones, inspiración de nuestra vida como familia carismática, de nuestra misión en los diversos ámbitos donde estamos presentes como Iglesia sinodal, Iglesia de la cercanía, de la escucha…