Queridos/as hermanos/as del Carmelo Palautiano:
Me pongo al servicio de todos y cada uno de vosotros, al frente de los MILPA (Misioneros Laicos Palautianos). Hoy me gustaría presentar al nuevo Equipo General MILPA que está compuesto por miembros de diferentes países: Canadá, Italia y España. Hermanas y laicos tenemos que caminar más unidos que nunca. Entre nuestros retos está aprovechar las nuevas tecnologías para crear redes de comunicación que nos ayuden a estrechar lazos fraternos.
Pongo en vuestro conocimiento cuál es el objetivo general que nos proponemos desde el Equipo General MILPA: “Coordinar, dinamizar, acompañar y motivar la acción formativa, pastoral y social de la Asociación MILPA desde el carisma palautiano”.
Como objetivos específicos destacamos los siguientes:
- Conocer las realidades de todos los Grupos MILPA.
- Velar por los Grupos MILPA y motivarlos a la elaboración del Proyecto Apostólico Misionero PAMI.
- Conocer y coordinar la formación en el Carisma Palautiano de los Grupos MILPA.
- Animar y acompañar la realización del compromiso formal, ratificado con fórmula común para
alcanzar pleno sentido y estilo comunitario de pertenencia a MILPA.
- Cumplir con los requisitos que el nuevo Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida solicite
para la aprobación de los Estatutos de la Asociación MILPA.
- Convocar Asamblea General para proceder a la elección por votación internacional de la
Presidencia MILPA, tal y como se contempla en los estatutos de nuestra Asociación.
Quiero que sepáis que os siento muy próximos. Agradezco, enormemente, la labor que
laicos y hermanas CMT realizan con el fin de animar, formar a los grupos y velar porque el carisma eclesial palautiano sea el pilar que sustente toda actividad misionera. Es mi deseo abrir los brazos al encuentro entre hermanos y así es como percibo la relación entre el Carmelo Palautiano y los MILPA. Sabed que el Equipo General MILPA queda a vuestra disposición para lo que os podamos servir. Recordad que a través de nuestro email y blog nos encantaría compartir experiencias que nos ayuden a estrechar relaciones y acercar corazones.
Recibid un abrazo fraterno.
“Que el amor a Cristo, a María y a la Iglesia polaricen nuestra vida” (F. Palau)