Los escritos del Padre Francisco Palau revelan su conocimiento y familiaridad con la Sagrada Escritura. Esto hace pensar que Palau era un estudioso de la Sagrada Escritura. No obstante la escasa información que disponemos, intentaremos descubrir dónde o cómo Palau ha adquirido su formación bíblica. Rastrearemos los estudios que pudo haber realizado, las influencias que recibió y que pudieron marcar su modo de interpretar y utilizar la Sagrada Escritura.
Estudios formales
Durante sus primeros años de formación como seminarista en el Seminario de Lérida, entre los años 1828 y 1832, Palau cursa tres años de filosofía y un año de teología. Debido a la destrucción ocasionada por la guerra civil española de los años 1936-1939 no es posible encontrar un registro particular sobre el plan de esos estudios. Sin embargo, dicho plan se puede deducir del libro de matrícula y del plan general de estudios que el ministro Francisco Tadeo de Calomarde hizo aplicar obligatoriamente en todos los seminarios. El curso de Sagrada Escritura correspondía al sexto año de Teología, curso que Palau no realiza dado que en el año 1832 decide trasladarse a la Orden de Carmelo Descalzo.
Sobre los estudios efectuados durante ese período no nos ha llegado información. Sabemos que recibió las cuatro primeras órdenes, el subdiaconado y diaconado, por lo cual es de suponer que siguió realizando estudios bajo la dirección de alguno de los padres del convento, probablemente el prior, el P. Juan de Bernardo, maestro de los estudiantes. En el año 1835 los religiosos son expulsados de sus conventos. A Palau le falta un año para ordenarse sacerdote. Este tiempo lo pasará entre Aitona y Lérida. Es posible, aunque no tenemos prueba de ello, que siguiera sus estudios teológicos en el Seminario de Lérida. En aquel entonces el profesor de Sagrada Escritura era D. Francisco Solanellas, quien también era el rector y conocía a Palau desde sus años de seminarista cuando cursaba 2º y 3º de filosofía. Él era pues quien impartía esos dos cursos de filosofía.
Palau no ha realizado unos estudios formales de Sagrada Escritura, sino que ha sido autodidacta en la materia. Prueba de ello son los abundantes textos bíblicos citados en sus escritos, en especial en Lucha del alma con Dios y Mis relaciones. Palau se autoforma a través del estudio y la reflexión personal de la Palabra de Dios.
La Sagrada Escritura en sus escritos De entre sus escritos, Mis Relaciones con la Iglesia, Lucha del Alma con Dios y El Ermitaño, destacan por el uso de la Sagrada Escritura. Uso e interpretación de la Sagrada Escritura
Palau usa e interpreta la Biblia libremente. Lo que busca no es la materialidad de la letra sino su enseñanza, de allí que une textos de diversas procedencias. Por ejemplo, hablando de la situación apremiante de la Iglesia de España, la compara a la «navecilla de Pedro» zarandeada por la furia del mar: Jesús está como entonces dormido o se porta a lo menos con su Iglesia como si efectivamente durmiese. Puede mandar a los huracanes del error y a las olas de las pasiones que se calmen. Quiere hacerlo…¿A qué espera, pues? ¿Aguardas acaso que choque contra algún escollo, que se estrelle y se hunda? ¿por qué, pues no lo hace? ¿Que falta? Lo que falta es que los discípulos vayan a despertarle, y que le digan: “Maestro, ¿no se os da nada acaso que perezcamos?” (Mc 4,38). Espera a que los sacerdotes, animados de la fe de los discípulos suban las gradas del santuario, y sin parar hasta que hayan logrado despertarle, den gritos a sus oídos, diciéndole con el profeta Joel (C. 2,17): “Perdonad, señor, perdonad a vuestro pueblo” Lucha 41-42.
Del uso que Palau hace de los textos bíblicos, podemos deducir que cuando interpreta la Palabra lo hace a partir de la convicción de que la Palabra de Dios es el Verbo de Dios hecho Palabra viva. De esta verdad emanan algunos principios hermenéuticos muy en consonancia con el Vaticano II.
Hna. Mirtha Rojas cmt