Julio,Hermano Carmelita Terciario, seguidor de Palau, mártir y próximo beato.
Natural de Castroceniza (Burgos). Nació el 28.5.1911, hijo de Mateo y Brígida, labradores. Bautizado el 30 del mismo mes y año con el nombre de Julio, dándole por patrón a San Fernando III, rey de España. Recibió el sacramento de la confirmación el 30.6.1923.
Según el padrón de habitantes de Tarragona de 1936 figura con 10 años de residencia en el convento de Carmelitas, C/ Augusto 23, lo que situaría su ingreso en el Instituto de Hermanos Carmelitas de la Enseñanza en 1926 a los 15 años. Esta fecha es confirmada por el sacerdote Victor Subiñas, que confiesa ser el que le llevó a Tarragona como postulante en abril de ese año desde Covarrubias. Según carta de su hermano Maximiano Alameda (Madrid, 7.6.1939) pertenecía al Instituto desde abril de 1928, posiblemente se considere esta fecha como su ingreso en el noviciado a los 17 años El H. Julio escribió desde Tarragona su última carta a su familia en junio de 1936.
Estallado el alzamiento nacional el 18.7.1936, la guerra civil hizo presa del suelo español. El 21 del mismo mes el H. Julio se refugió junto con los demás miembros de su comunidad menos el superior general Cosme de Ocerín, en la casa de los padres del H. Buenaventura Toldrá en Tarragona, C/ Ntra Sra del Claustro. La policía registró la casa sin consecuencias, pero el 25 de julio de 1936 se presentaron en ella seis milicianos en su busca y los llevaron presos al vapor-cárcel Río Segre, donde permanecieron cuatro meses pasando calamidades y tortura física y moral. El 10.11.1936 a las 10,30 h. de la mañana, el supuesto comandante del barco y miembro de la FAI, Juan Ballesta, junto con el miliciano Recasens, conocido con el mote El Sec de la Matinada y famoso por sus atrocidades, visitaron a los prisioneros. La indicación fue ésta: Aquí están todos. Al día siguiente un grupo de milicianos encabezados por El Sec hicieron formar en cubierta a los presos examinando detenidamente si tenían o habían tenido tonsura. Al pasar el H. Julio Alameda y ser interrogado por su estado, contestó con valentía: Soy religioso ante Dios y los hombres. Esta confesión fue como confirmar su sentencia de muerte, pero un amigo de los Hermanos Carmelitas consiguió que no los incluyeran en la lista. Al constatar que no los llamaban para formar la fila, los Hermanos, de común acuerdo, dijeron: Nosotros somos carmelitas. Y los milicianos los agruparon en la fila.
El testigo don Timoteo Zanuy declaró que los oía rezar una especie de salmo. En efecto, se trataba del salmo 50: Misericordia, Dios mío por tu bondad, por tu inmensa compasión.. En la madrugada del 11.11.1936, el H. Julio Alameda, de 25 años, era fusilado con un total de 23 personas más, religiosos, sacerdotes y seglares, en la tapia del cementerio de Torredembarra (Tarragona). Junto al estruendo de las balas se escucharon dos voces: ¡Viva Cristo Rey!. Los restos fueron inhumados en una fosa común en el cementerio de la mencionada población y allí permanecieron hasta el 14.11.1941 en que se hizo solemne traslado a la iglesia de los Carmelitas Descalzos en Tarragona junto a los otros mártires del Carmelo Teresiano. Actualmente tres Hermanos de los cuatro mártires Carmelitas del P. Palau reposan en un sarcófago en el coro de la citada iglesia.
Su causa de beatificación fue introducida globalmente con la de los mártires del arzobispado de Tarragona