Villa Alemana, 18 de Diciembre 2012
Estimada Familia del Carmelo Palautiano:
Queremos agradecer profundamente todo el apoyo, cariño y acompañamiento que entregaron a nuestra familia durante este periodo del 3 de Noviembre al 3 de Diciembre, en que nos vimos envueltos en la enfermedad y muerte de nuestra Madre Yolanda Carvallo Lobos.
Significativo fue para nosotros su compañía, visitas y llamadas, emocionados nos vimos envueltos totalmente dentro de su corazón y sus preocupaciones y experimentamos integramente el sentimiento de ser familia.
Agradecemos a quienes viajaron para hacerse presente en el Hospital, en el Velorio, en el Funeral en Quilpué y San Felipe y su entierro en el Cementerio Municipal de El Almendral (San Felipe). Agradecemos especialmente a las CMT; encabezadas por la Hna. Provincial Adriana Montenegro; y las Hnas. de las Comunidades de Casa Provincial, Santuario de Auco y Casa de Espiritualidad; que al estar mas cerca geográficamente han podido estar en diferentes momentos de este duro camino.
No es menor, la emoción que hemos sentido al recibir llamados telefónicos de todas las comunidades de la Semiprovincia, la cantidad de mensajes por redes sociales, y saber que en Chile, Brasil y Canadá se oraba por nuestra Madre.
Durante sus últimos días conscientes; encomendamos a Mamá al P. Palau y la Iglesia; una estampa del padre la acompaño durante todo ese mes, junto a la Virgen del Carmen; con estas mismas estampas fue sepultada.
La fuerza de la oración es grande, y durante la última semana de vida de mi madre, ya conectada a un respirador artificial y en coma profundo, la invitábamos a orar con nosotros el Mes de María y rezar el rosario. El cariño de mi madre por la congregación y la familia del carmelo misionero teresiano es grande, y así lo demostraba con los ricos almuerzos que preparaba cuando teníamos visitas en mi casa por temas pastorales o fraternales. Aunque nunca eran visitas porque la Familia nunca es visita.
Mamá ya ha partido; pero nosotros seguimos acá. Somos tan solo dos hermanos; pero nos sentimos sus hermanos. ¡Gracias desde lo hondo! Estamos seguros que Dios nos unió espiritualmente mucho antes de nacer.
Gracias.
Orlando Carvallo (Coord. EPP – Dir. CEP)
Luisa Vivar (EPP)