El día 21 de Agosto, las hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, recibimos con mucho cariño a nuestros hermanos Milpa, para iniciar la fabricación del material que iba a ornamentar las diferentes capillas que visitaría nuestro padre Fundador Francisco Palau. Fue una tarde llena de fraternidad, en la que aparte de trabajar con alegría y disponibilidad, compartimos la tarde junto a un rica once. Ese mismo día por la mañana, se realizó en la parroquia, la Misa a cargo de los milpa que fue presidida por nuestro párroco, Oscar García, quién agradeció la presencia de los jóvenes y hermanas en la parroquia.
Los Milpa que asistieron a las actividades del día, agradecieron la oportunidad de poder sentirse plenamente parte de la celebración de las reliquias de Francisco, además enfatizaron su sentido de pertenencia al Carmelo Palautiano y su amor a la Iglesia.
El día martes 23 de agosto, llegaron hasta nuestra comunidad, las hermanas Caridad Sevillano, Concepción Garriga y Silvia Sepúlveda, quienes nos traían la alegría de las reliquias de Nuestro Padre Fundador, vivimos ese momento con intensidad. La alegría de tener las reliquias en nuestra comunidad Nuestra Señora de Guadalupe, fue enorme, Francisco puso luz a nuestra casa, su presencia nos hacía sentirnos desde esta tierra lejana, miembros de una sola familia.
Nuestras hermanas, con su cariño de siempre compartieron la tarde junto a nosotras, hablamos largamente sobre la consagración, y amenizamos el diálogo con recuerdos que hemos vivenciado cada una en nuestra congregación…Sin lugar a dudas una tarde lleno de cariño gratuito.
El jueves recibimos la agradable visita de nuestro Obispo auxiliar, Monseñor Pedro Ossandón quién presidió una Eucaristía en nuestra comunidad. Con su cercanía de siempre nuestro Obispo nos invitó a ser mujeres consagradas entregadas totalmente a la Iglesia, tal como lo fue Francisco y así extender el carisma que nos legó. Luego de la Eucaristía compartimos una agradable cena que estuvo llena de diálogos profundos y comunionales.
El día sábado 27 de agosto del 20011, nuestra casa abrió sus puertas para realizar una muestra de cariño y gratitud a nuestra parroquia, realizamos una “tarde de puertas abiertas” e invitamos a los agentes pastorales, animadores, catequistas y fieles de nuestra parroquia y capilla a visitar las reliquias de nuestro Padre Fundador en nuestra comunidad. Fue una tarde hermosa, llena de fraternidad, nuestros hermanos iban y venían, en familia y con sus pequeños hijos a venerar a Francisco.
Nuestra pequeña capilla se transformó en una pequeña Betania, donde todos podían disfrutar de un momento de silencio y oración Palautiana, compartimos profundos momentos con cada uno de ellos, nosotras como hermanas estuvimos en cada momento haciendo oración junto a ellos, posibilitando el encuentro en clave Palautiana.
Dios trajo a nuestra comunidad intensas bendiciones este día, la visita de nuestros hermanos de diferentes capillas nos movió profundamente el corazón y dejó a la luz la significatividad de las hermanas tanto en la parroquia como en la arquidiócesis.
Hna. Jessica Lizama
Les dejamos unas fotografías de los momentos de preparación: