La Novena al Niño Jesús va desde el 15 al 23 de diciembre, y es un momento de espera en la última semana de adviento, pero nos prepara a la ternura de comprender que comienza nuestra salvación. Es una de las devociones mar hermosas de nuestra Iglesia. Muchas familias buscan prepara la Navidad a través de una novena (nueve dias antes) profundizando así en lo más propio de esta fiesta. La novena es una verdadera preparación del corazón que nos ayudará a crear el ambiente necesario entorno al pesebre para recibir esta siempre buena noticia.
Como pueden ver la espera ya está por terminar. Ya tenemos el pesebre y el árbol listos para recibir a Jesús. El día 24 por la noche iremos a la Misa del Gallo y de vuelta traeremos al Niño Dios en nuestros corazones. Y sólo entonces colocaremos la figura del Niño en el pesebre entre María y José. Encenderemos las luces del árbol, cantaremos villancicos y en nuestra casa habrá ambiente de cumpleaños, porque el 25 es el CUMPLEAÑOS DE JESÚS.
Aprovechemos estos últimos días de adviento y de la novena para entrar al gozo del tiempo de navidad con el niño Jesús que habrá nacido en cada uno de nuestros corazones.
Dulce Jesús Mió
Mi niño adorado.
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto
Presentas al orbe
Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los Valles,
Bella flor del campo!”
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Rey de las naciones
Emmanuel preclaro.
De Israel anhelo
Pastor de rebano!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio.
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
mi sueno adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Ve ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas!
Bese ya tus manos!
Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aun más que mis frases
Te dice mi llanto!
Ven Salvador nuestro,
Por quien suspiramos,
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!