El papa Benedicto XVI exhortó a los católicos alemanes a serle fieles, y criticó las divisiones en la Iglesia este domingo, en el cuarto y último día de visita a su país natal.
Unas 100.000 personas, según los organizadores, llegadas desde las vecinas Suiza y Francia, aclamaron al Papa en una misa oficiada al aire libre bajo un sol otoñal radiante en el aeropuerto de Friburgo (suroeste).
A bordo de su papamóvil blanco, el Santo Padre vestido de blanco y con una capa roja recorrió la terminal aérea, saludando a la muchedumbre y besando a niños que los sacerdotes le acercaban a través de la ventanilla. “La Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos del presente y del futuro y seguirá siendo un factor de cohesión en la sociedad si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos creyentes en Cristo colaboran para la unidad”, dijo el papa.

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