Un día a otro ritmo ya que en esta jornada lo central fue disponer y poner el corazón en reposo, dejar a la Palabra que nos interpelase y a la realidad que nos hablara

Y para ello la presencia de fray Pablo Ferreiro ocd, fue de gran valor. Tanto en la charla de la mañana como en las de la tarde, fue dando con mucha claridad pistas para discernir a la luz de los escritos palautianos y teresianos, además, de retomar el llamado a la sinodalidad y marchar hacia adelante con lo que se desprende de esta identidad tan profunda de la Iglesia.

Pinceladas de la mañana

– Somos agentes de comunión por el simple y valioso llamado que Dios no hace

– La comunión-fraternidad es nuestra primer misión

– La sinodalidad nos habla de recuperar la identidad de la Iglesia

– Sinodalidad es un nuevo modo de ser y estar

– Una característica de ser Iglesia Sinodal es la de escucharnos

Dejémonos guiar para vivir la sinodalidad, por Francisco Palau, quien nos recuerda: “Yo deseo que todas seáis un solo corazón animado de un solo y un mismo espíritu” (Cta 7,2)

Pinceladas de la tarde

– Es la oración el encuentro profundo con Dios y el saber ir al encuentro de lo que nos rodea

– El discernimiento sabe de escuchar y de la valentía de hablar

– Recordemos que con nuestra vida hemos de dar a conocer las cualidades de Jesús

– Jesús dio prioridad a la realidad por sobre la idea

– Nos tendría que asustar que la Iglesia niegue la realidad.

– Hay fuertes movimientos que niegan al prójimo, y Jesús nos dice: ¿Quién es tu prójimo?

– El individualismo de este tiempo necesita más que nunca de testigos de comunión.

Concluimos el día, reservando en el corazón las palabras de Santa Teresa, con la seguridad de “que Cristo andaría con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí gran resplandor” (V 32,11)