Una increíble jornada de paseo y compartir, algunos anduvieron por La Boca, acompañados de egresadas del Colegio Nuestra Señora del Pilar, Curuzú Cuatía, gracias jóvenes por ser siempre ejemplo de disponibilidad y empatía, sobre todo con quienes vienen de lejos, en esta oportunidad fueron excelentes guías para Lorena (Catamarca), Geni (Perú) y Sonia (Brasil).

Por su parte las hermanas visitaron Luján, y con quien primero se encontraron fue con ella, la Madre de estas tierras, junto a otras instituciones compartieron la Eucaristía y en ella una intención especial lo vivido en este capítulo y la vida de todo niño por nacer.

Luego un breve recorrido por Carlos Keen para degustar lo sabroso de la gastronomía del lugar y continuar entrelazando la vida.

Se culmina el recorrido con la visita a nuestras hermanas mayores que se encuentran en la comunidad de Santos Lugares. Siempre que nos encontramos la alegría surge de tal manera que fascina. 

¿Qué nos queda del día guardado en el corazón? La gratuidad, fraternidad, alegría, tranquilidad, esperanza, confianza, entusiasmo y la invitación a dejar todo en manos de Dios para que Él continúe haciendo su obra, porque tal como lo dijo nuestro fundador “la obra grande de Dios en el hombre, se labra en el interior”