La Semana Santa en el Santuario de Santa Teresa de Los Andes se vivió en un clima de silencio y recogimiento. Hubo una meditación en la cripta con imágenes y el servicio de Viernes Santo. La afluencia de peregrinos se incrementó en estos días santos, donde la espiritualidad carmelitana se hizo presente para celebrar este triduo pascual con un color diferente; el de la afectividad y oración del monte carmelo.