La palabra Te Deum significa “A ti, oh Dios”, y son las primeras palabras de este Cántico de Alabanza. El Te Deum se celebra tradicionalmente en Chile desde 1811, año en que José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno.

En sus primeros años el Te Deum se celebraba al final de la Misa. Sólo a partir de 1870, a petición del entonces Ministro de Culto, Miguel Luis Amunátegui, el Te Deum se celebró sin Eucaristía. Hay que recordar que en aquel tiempo los fieles que comulgaban debían permanecer en ayuno por varias horas. Por esta razón, la solicitud fue acogida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Rafael Valdivieso, y por el Cabildo Metropolitano.

Desde el año 1971, el Te Deum tiene carácter ecuménico. Ese año, el entonces Arzobispo de Santiago, el Cardenal Raúl Silva Henríquez, invitó a obispos y pastores de otras Iglesias cristianas a participar con sus oraciones en esta ceremonia, accediendo así a una solicitud del entonces Presidente de la República, Salvador Allende, quien al asumir el cargo, en noviembre de 1970, pidió a la autoridad eclesiástica que tuviera este carácter.